Las grandes obras de la humanidad no se hicieron grandes. Fueron creciendo a medida que se volvieron importantes y necesarias para la humanidad en el contexto en el cual se desarrollaron. Es lo que ha sucedido con la Universidad Santiago de Cali, se inició como una semilla puesta por un grupo de jóvenes emprendedores vallecaucanos en la fértil tierra de la necesidad académica y se nutrió con la pluralidad, la confrontación de ideas, el estudio concienzudo de la realidad nacional. Sobre los frutos hay tanto que decir, como cada historia de los más de 30 mil egresados de la institución. Pero este libro pretende volver al principio, a esa historia que a veces se desvanece entre anécdotas menos pretéritas y que se eclipsa con la grandeza que logró alcanzar este centro de estudios superiores. De la pluma de uno de sus protagonistas, se conocerá los detalles minuciosos de la fundación de la Universidad que logró, en poco más de cuatro décadas, consolidarse en programas académicos que nunca sus fundadores se hubiera imaginado.