El escultor aguascalentense Jesús Fructuoso Contreras (1866-1902) encarnó el ideal del artista moderno al conjugar dos roles sociales en su mística de trabajo: el del artista-empresario y el del creador plástico como agente del progreso nacional. En sólo dos décadas de actividad profesional, el aguascalentense también se preocupó por modernizar la instrucción artística y por transformar el impacto social de la escultura, concibiéndola como una actividad profesional a gran escala que desbordaba el tradicional recinto académico para transformar el entorno urbano y promover los valores cívicos de sus habitantes.
Estado: Activo
ISBN-13: 9786078457625
Idioma del texto: Español
Número de páginas del contenido principal: 432 Páginas
Tipo de edición: Nueva edición
País de publicación: México
Fecha de publicación: 2016